NOTICIAS SOBRE EL ICEBERG
de Liliana Heker
(editado por Alfaguara)
Liliana Heker es una grande la literatura argentina, reconocimiento no le falta (por suerte). Personalmente, había leído de ella algunos de sus maravillosos cuentos. Siempre me pareció que es una gran cuentista (de hecho hay una gran edición de sus Cuentos Reunidos ¡recomendados!), pero no me había acercado a ella como novelista. Decidí hacerlo con su reciente novela, editada en 2024, "Noticias sobre el iceberg". Me pasó algo cuando empecé a leerlo, apenas leídas cinco o seis páginas: inmediatamente pensé que quería escribir sobre este libro. Fue un "wow" que me conquistó apenas empecé.
De qué trata: Greta es una escritora de 77 años, que ha tenido sus grandes éxitos literarios y amplio reconocimiento. De vuelta de un viaje por el sur argentino (con visita a un iceberg incluida, de ahí el nombre... habrá que leerlo para entender) encuentra un escritorio que se encapricha en comprar para probar, con él, alimentar la inspiración y el entusiasmo que le está faltando para retomar la escritura. Este escritorio, y la visita de dos jóvenes en su casa con la excusa de hacerle una entrevista, disparan una catarata de recuerdos y emociones.
Una cosa que, me parece, distingue a los grandes escritores de los buenos escritores es que saben tener un estilo personal. No es solo escribir bien, sino también hacerlo de una manera muy propia. Yo diría que Liliana Heker es una gran escritora.
En esta novela, conocemos íntimamente a Greta, la protagonista, con un recurso muy genial: entre las líneas se cuelan diálogos de Greta con su propia conciencia (la "enana jodida"), y digo que se cuelan porque no están marcados como diálogos pero vamos entendiendo, gracias a la maestría de su pluma, que eso es lo que es, una persona discutiendo con su yo interior. Otra cosa que me gustó es que Greta es una mujer de 77 años, escritora, buscando su inspiración. No sé cuánto habrá de autorreferencial, mucho o poco, ni idea, pero las coincidencias con la propia autora nos hacen pensar que la inspiración para este personaje tiene que haber venido de adentro.
El mundo gatuno tiene su importancia en la historia, los gatos como seres que entienden más de lo que podemos sospechar, que tienen sus poderes e imponen sus reglas, las que son aceptadas porque su presencia es necesaria. (Un datito que descubrí un poco de casualidad: el gato de Greta se llama Prascovia. Adivinen cómo se llama el gato de Liliana que, según ella, es su musa inspiradora. Sí, Prascovia.) "Hay gatos escritores (escribe por un impulso). Atisban el momento en que una se sienta ante la máquina y, las manos en el teclado, inicia la ceremonia. ¿Es la liturgia misma lo que los seduce o el intuir que ese ser familiar que los cuida y les da amor está haciendo al fin aquello que lo pone en armonía con el mundo?". Leo eso y no puedo dejar de pensar si la voz de Greta no es también la de Liliana. (Perdón la insistencia con esto. Pasa que casualmente vi una entrevista a la autora en la que habla de sus gatos, de Prascovia, nos muestra el lugar exacto en que la gata se ubica mientras ella escribe y por eso la considera su musa inspiradora, es necesaria para la escritura. Y perdón Liliana si nada que ver, si es pura ficción, que seguramente lo sea, es solo que la asociación entre la protagonista y la autora me divirtió, independientemente de cuánto haya de verdad en esto.)
Una idea que me encantó es la de los dichos y canciones que funcionan como reflejos de una época. "... hay un aluvión de vida que se le desboca y que pide ser abordada. No solo desde las canciones; también desde los dichos de los que emerge palpitante el perfume de una época". Al leer esto entendí algo que venía notando en la lectura: el frecuente uso de dichos y expresiones, la mayoría de otra época, sobre todo en el diálogo de Greta con su yo. Con eso nos está diciendo que ella pertenece a una época, una que ya se ve lejana, se va achicando a la vista, y los dichos y canciones que se escapan casi involuntariamente delatan ese otro tiempo del que más voluntariamente Greta quiere escapar.
La estructura de la novela en sí me pareció un acierto. El presente y el recuerdo del pasado siempre se entrelazan, pero están más claramente delineados en los capítulos que llevan por nombre los títulos de las novelas escritas (o proyectada, en el caso de una novela inconclusa) por Greta, donde la conciencia de la protagonista vuelve al relato del pasado, de la época en que se inspiró y escribió dicho libro, en quién era ella en ese momento y los motivos que la llevaron a escribirlo, pero descubrimos que ese fluir de conciencia hacia el pasado ocurrió en un instante en que su mente divagó y se alejó de la conversación presente para rememorar y gracias a eso contarnos más sobre ella.
El libro me pareció divertido, inspirador, original, disfrutable, íntimo y muy bien escrito. ¡Recomiendo!
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