LA VEGETARIANA

de Han Kang

(editorial Random House)


A veces me pasa que leo libros sin saber qué esperar, con pocas referencias previas. En este caso, fue lo opuesto. 

Han Kang, escritora de Corea del Sur ganadora del último premio Nobel de Literatura, de 2024, por ese resonante premio generó enormes expectativas me animaría a decir en toda la Argentina lectora, porque además hay que reconocer que acá casi nadie la había leído, al menos yo no conocía a nadie que lo hubiera hecho, ni aun entre las personas más lectoras (seguro habrá alguna excepción, pero no deja de ser eso, una excepción), y yo ni la conocía. Entonces se supo la noticia de este premio y todas las lectoras y los lectores nos pusimos a esperar tener un libro de ella en manos. Lo que quiero decir con esto es que no es fácil leer un libro con tal expectativa. Sentimos que nada puede fallar. 

Por suerte, ya la primera página me gustó mucho ["Si me casé con ella fue porque, así como no parecía tener ningún atractivo especial, tampoco parecía tener ningún defecto en particular. Su manera de ser, sobria y sin ninguna traza de frescura, ingenio o elegancia, me hacía sentir a mis anchas. No hacía falta que me mostrara culto para atraer su atención ni tenía que darme prisa para llegar a tiempo a nuestras citas."]. Como trasluce esa transcripción, la protagonista no tenía nada de especial, o eso pensaba su marido, hasta que en un momento dado, por motivos que al principio no van a quedar claros, decide hacerse vegetariana. Ya me imagino que se estarán preguntando qué tiene eso de tan especial. Bueno, nada tal vez, pero es la psicología del personaje lo que lo vuelve algo diferente, digno de ser contado. Me corrijo, de los personajes, porque lo que esa decisión provoca en sus allegados no es cuestión menor. 

El texto te lleva a querer conocer más sobre Yeonghye, la protagonista, a querer saber sus motivaciones reales, sus sentimientos sinceros, entenderla, más allá de lo que nos cuentan sobre ella. La trampa es que la vamos a conocer a través de la narración de otros. Primero, de su marido; segundo, del marido de su hermana, y por último, de su hermana. 

Cuando nos vamos acercando al final de la primera parte ya estamos totalmente enganchados y un poco espantados. La novela no está exenta de crudeza, de imágenes fuertes, pero tampoco de poesía y de una construcción psicológica del personaje principal que se sostiene a través del modelo de narración elegido por Han Kang. Es gracias a esta estructura narrativa que podemos ver a Yeonghye en la mirada de los demás, tres puntos de vista que difieren enormemente desde sus afectos, la naturaleza de su interés en ella, la manera de acercarse y su compasión. Y es también gracias a esta estructura que nos van a quedar algunas preguntas rondando en la cabeza: ¿cuánto pueden realmente saber los demás sobre una persona?, ¿cuánto de cierto hay en lo que creen que saben?, ¿en qué medida influyen los intereses y afectos de cada uno para juzgar al otro?, es decir, ¿en qué medida la mirada sobre otro es en realidad la mirada sobre uno mismo? Y podría seguir, porque este libro me dejó con muchas preguntas que la autora no intenta responder sino que lo que quiere evidentemente es que nos las preguntemos. Así, ¿hasta qué punto podemos ayudar a quien no desea nuestra ayuda?, ¿es la moral la que nos fuerza a imponer nuestra ayuda cuando nadie la está pidiendo, la obligación de hacer lo correcto?, ¿y si esa ayuda se torna en un acto de violencia sobre la víctima?

Lean este libro y díganme qué piensan sobre todas estas cuestiones, o cualquier otra que se les ocurra. Pero también léanlo y disfruten de una lectura excepcional, porque también vale leer sin preguntas ni cuestiones filosóficas, solo por el placer de un buen libro. Este es un excelente libro.


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